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Al cooperativista Robert Owen en su aniversario 250


El 14 de mayo se cumplieron 250 años del nacimiento de Robert Owen (1771–1858), reconocido como el padre del cooperativismo. Owen fue propulsor de iniciativas en Estados Unidos que buscaron mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, el acceso a bienes y educación a través de la organización colectiva. Además, inspiró con sus ideas la creación de la cooperativa de la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale de Inglaterra, cooperativa de consumo que distribuía los excedentes generados por la actividad y que marca al cooperativismo de hoy.


Compartimos aquí el artículo del profesor Óscar Bastidas Delgado quien relata la trayectoria de Owen y su incidencia en la historia del cooperativismo.


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El 14 de mayo de 1771, en Newtown, Montgomeryshire, Gales, en pleno albor de la Revolución Industrial, nació Owen, hombre con concepto y direccionalidad, pensamiento y acción, mente en su propia utopía y pies en las industrias nacientes. Owen se inscribió en la concepción de las utopías como “proyectos imaginarios pero realizable de una sociedad alternativa” como las definía mi buen profesor Henri Desroche[i]: escribió sobre la suya y la puso en marcha como emprendedor e innovador en las nacientes empresas y en sistemas sociales.

La Inglaterra de entonces paría capitalismo en medio de cierta turbulencia religiosa con claro dominio calvinista y puritano de su sociedad. Al mismo tiempo que las novedosas técnicas excluían oleajes de humanos de los procesos productivos; humanos que debían buscar salidas apropiadas a sus problemas o fallecer de mengua, los defensores de ese capitalismo con Adam Smith a la cabeza, le dieron marco teórico al sistema naciente postulando la supremacía del capital sobre el trabajo y al mercado como termómetro - regulador de los actores en pugna.

Ante esa magna exclusión, social, esos defensores consideraron que el capitalismo poseería un sistema auto - generador de soluciones a los problemas que originaría, suponían que los protagonistas del mercado, los empresarios, estaban imbuidos de una intensa religiosidad que los impulsaría a solventar las secuelas de ese crecimiento, concediendo mayor importancia a la concentración del capital y sus ganancias para, una vez cubiertas las necesidades personal, familiares y de sus empresas, revertir el capital no necesario a favor de los excluidos mediante una distribución justa de la riqueza que incentivaría a su vez el consumo, ciclo que redundaría a favor del crecimiento capitalista[ii], mediante el cual los empresarios – benefactores superarían la exclusión social gracias a una “administración de lo acumulado”.

La realidad mostró lo contrario, la filantropía no funcionó, acumulación llamó a mayor acumulación, se impulsó el crecimiento económico a través de la competencia y se ignoró el alto residuo de excluidos inmersos en una iniquidad objetiva: desempleo, pobreza, hambre, y otras secuelas: el capitalismo naciente escapó de las manos de sus impulsores[iii], y a la larga los estados debieron intervenir en la economía y en las empresas.

En ese panorama empresarial, Owen, con solo 19 años dirigió una fábrica de tejidos en Manchester y en 1880 fue responsable de la filial textil escocesa New Lanark, de un millar de empleados, en la que introdujo innovaciones sociales en cuanto a higiene, reducir las horas de trabajo, establecer una tienda con mejores precios para los obreros y, fundamentalmente, por no emplear menores de 12 años y por sus innovaciones en lo educativo con una guardería y con cursos nocturnos para los trabajadores, con la educación como herramienta de justicia, igualdad, y disminución de la delincuencia.

Sus experimentos se convirtieron en referencia para otros que insistirían en seguirla por lo que sus “socios - “benefactores” con la supuesta condición filantrópica, lo destituyeron como directivo. En esta línea se inscribieron sus primeras obras: Una nueva visión de la sociedad (1813), Ensayos sobre el principio de la formación del carácter humano (1814), y su Informe al Condado de Lanark (1821), en ellas reflexiona sobre la necesidad de formar racionalmente el carácter “de esta inmensa masa de población cuya formación no hace más que propagar el delito en el mundo”.

Como innovador en sistemas sociales fue pionero en construir en pequeño la sociedad pensada en grande y en 1825, ya alejado de lo empresarial, perfiló su utopía. Inspirado en los ilustrados de su siglo y con sus recursos se trasladó a Indiana, USA, en la idea de constituir comunidades autónomas de entre 500 y 2000 trabajadores con escuelas, bibliotecas, iglesias, espacios públicos, emprendiendo la construcción de la comunidad New Harmony, cuya Constitución dividiría la Comunidad en 6 departamentos: agricultura, manufactura, economía doméstica, economía general y comercio, literatura, ciencia y educación, con cada uno regido por un intendente que nombraba cuatro superintendentes, quienes, junto al secretario integrarían el consejo ejecutivo.

Las rencillas internas harían desaparecer la comunidad en 1828. Sobre ella expuso[iv]:

“He ensayado aquí un nuevo rumbo, en la esperanza de que cincuenta años de libertad política hubiesen preparado a la población americana a gobernarse a sí misma. Proporcioné la tierra, las casas y gran parte del capital… pero la experiencia ha demostrado que es prematuro tratar de unir a extraños que no han recibido previamente una educación con tal objetivo, de manera que puedan practicar múltiples actividades en su interés común y vivir juntos como si formaran parte de una misma familia”.

Regresando a Inglaterra y en la idea de apoyar la formación de cooperativas crea la British Association for the Promotion of Co-operative Knowledge (Asociación Británica para la Promoción de la Ciencia Cooperativa, 1829) y la National Equitable Labour Exchange (Bolsa Nacional de Cambio Equitativo del Trabajo), en la que las cooperativas venderían sus productos recibiendo a cambio labour notes o billetes de trabajo como sustitutos del dinero, sistema que fracasó.

A pesar de ese fracaso, tres años después ya existían unas 500 cooperativas de distribución y de producción vinculadas a organizaciones obreras. Su labor inspiraría la experiencia de la Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochadle. Rochdale (1844), cooperativa de consumo, primera en distribuir entre sus asociados los excedentes generados por la actividad y en sistematizar su manera de funcionar dando origen a los Principios Cooperativos.

Finalmente centró su labor en lo sindical impulsando la Grand National Consolidated Trade Union (1833), primera central sindical de ámbito nacional con medio millón de afiliados, y daría su aporte a las reformas democráticas en el sistema político con su participación en el Movimiento de los Cartistas (1838 - 1848), movimiento temprano de obreros que deseaban superar las simples mejoras laborales por la toma del poder político como vía para adecuar las leyes a sus intereses de clase. En él apuntaba a cuestiones económicas, postulando la organización de cooperativas de producción y la supresión de intermediarios[v].

De este periodo, 1836, fueron El Libro de un Nuevo Mundo Moral (The Book of the New Moral World) y su “Llamamiento a la población del mundo” (1836) em el que afirmó[vi]:

“Hombres laboriosos, productores de la riqueza, del saber y de todo lo que realmente es valioso en la sociedad, unid hoy vuestras fuerzas para crear una forma nueva y justa de existencia humana, una situación en la que no habrá más rivalidad que la de producir la mayor felicidad duradera para la raza humana; tenéis en vuestras manos todos los elementos necesarios para realizar tal cambio”.

El cartismo fracasó. Entonces impulsa su “Nuevo Mundo Moral” con un periódico del mismo nombre y sigue activo en la comunitaria ciudad de Queenwood, Hampshire, donde obtiene el título de “Padre Social de la Sociedad de Religionistas Racionales” otorgado por sus seguidores. El 17 de noviembre de 1858, luego de desmayar durante un discurso en Liverpool, moría a los 87 años, ya tenía sitial de honor entre los fundadores del socialismo utópico.

En cuanto al cooperativismo, es de destacar que en paralelo con los impulsos de Owen y ya en la Europa irradiada por la Revolución Industrial, los excluidos junto a otros sectores que veían lo negativo del capitalismo creciente, desarrollaron expresiones de entreayuda y solidaridad, apoyados en experiencias de gremios y cofradías y agregando formulas asociacionistas como asociaciones propiamente, mutuales con obvios fines de previsión social, y a las cooperativas de distribución y de producción inglesas se sumarían otras como la de consumo en Zabaikalie, Rusia y una avícola en Irlanda en 1831.

También se sumaría la primera cooperativa de producción en Francia: “l’Association chrétienne des bijoutiers en doré”, fundada por cuatro obreros parisinos en 1834; una de consumo en Lion, “Le commerce veridique et social” de 1835, por cuya fundación Michel Derrion fue condenado en 1840, y otras.

Esas manifestaciones de entreayuda en diversos ámbitos fueron agrupadas bajo la denominación de Economía Social (ES) y apoyadas concomitantemente por propuestas políticas de largos alcances como las de los nacientes partidos obreros, socialistas, movimientos feministas y los gremios. Observándolas, los economistas de la época fundaron una corriente de estudio en Francia que denominaron Escuela de Economía Social, ya en 1830 Charles Dunoyer publicaba en Paris su Traité d´economie sociale y se impartía un Curso de Economía Social en la Universidad de Lovaina, Bélgica[vii], actividades propias de la ES como campo del conocimiento.

En paralelo con Owen, hubo otros preocupados por impulsar cooperativas en Europa; destacaron Henri de Saint Simon o Conde de Saint Simon (1760-1825), socialista francés; Charles Fourier (1772-1837), quien pregonaba una sociedad fundada sobre los falansterios como pequeñas asociaciones autónomas; el médico William King (1786-1865) quien impulsó el cooperativismo de consumo; Philippe Bouchez (1796-1865) que pondrían en marcha sistemas cooperativos con efectos de altísima importancia; Louis Blanc (1812-1882), apóstol de las cooperativas creador de los Talleres Sociales de Clichy, quien, junto a Bouchez, impulsó el cooperativismo de producción.

Cabe mencionar también a Pierre - Joseph Proudhon (1809-1865) que destacó en cuanto a los cimientos del mutualismo y luego en propuestas del pensamiento anarquista; Friedrich Wilhem Raiffeisen (1818-1888), con su mezcla religiosa-cooperativa, fundador de las cajas rurales en Alemania; Herman Schultze-Delistz (1808-1883) también alemán, fundador de las cajas populares orientadas para servir a artesanos y pequeños industriales; y Luigi Luzatti (1841-1927) con sus cooperativas de crédito italianas (1863). Esos aportes y otros fueron valiosos para impulsar el cooperativismo pero, sin dudas, fue Owen quien con sus coherentes reflexiones - acciones acumuló méritos para ser reconocido como padre del cooperativismo.

Fue quien sentó los precedentes de la integración cooperativa internacional con su propuesta de la Asociación de Todas las Clases de Todas las Naciones en la que se inspiraron los organizadores del Congreso de Cooperativas Inglesas (Plymouth, 1886) y de la Asociación de Amigos de la Cooperación de Producción (Londres, 1892) con participación de cooperativas de varios países.

También inspiró a quienes el 19 de agosto de 1895 constituyeron la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo cúpula de integración del actual cooperativismo mundial. Hoy, según la ACI[viii], los 3 millones de cooperativas del planeta representan no menos del 12 % de la humanidad, dan empleo u oportunidades de trabajo a 280 millones de personas, y las 300 más grandes generan 2,14 billones de dólares, más que el PIB de numerosos países, como empresas basadas en valores y no en ganancias, trabajando juntas para construir un mundo mejor.


Prof. Óscar Bastidas Delgado

@oscarbastidas25

mayo de 2021.

NOTAS. [i] Fundador y director del Colegio Cooperativo de Paris y de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París (EHESS) [ii] Monaldi, Francisco. Capitalismo salvaje ¡de Estado!. El Nacional, 6/9/1998. [iii] Bastidas Delgado, Oscar. Capitalismo, crisis y vigencia del cooperativo latinoamericano. Octubre 1998. Mecanografiado, 23 p. Ponencia: Seminario Taller: Promoción de la Salud y la Atención Farmacéutica. El Aporte de COHAN a la calidad de la vida y el bienestar de la comunidad. Medellín, 9 y 10 /11/1998. [iv] https://elbauldepandorablog.wordpress.com/tag/new-harmony [v] El Cartismo Resumen Causas y Consecuencias Movimiento Cartista Ingles: https://historiaybiografias.com/cartismo [vi] Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (2016). Declaración de IMFC por el 94º Día Internacional de las Cooperativas | Idelcoop, Argentina. https://www.idelcoop.org.ar/declaracion-imfc-94o-dia-internacional-cooperativas [vii] Defourny, Jacques (s/f). “Orígenes, contextos y funciones de un tercer gran sector” en José Luís Monzón y Jacques Defourny. Economía Social. Entre Economía Capitalista y Economía Pública. Ciriec- España. Valencia. [viii] Alianza Cooperativa Internacional | ACI (ica.coop)




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